Capítulo treinta y dos: Reuniones

Había cosas malas que venían con el paquete de ser un adulto completamente funcional. Una de ellas era no poder faltar al trabajo dos semanas seguidas por estar de luto, sin embargo le habían conferido tres días libres para asistir al velorio y luego tomar un día de descanso. Aunque eso no había sido suficiente, había momentos, como ahora mismo, donde se encontraba sentada en la sala de descanso con Robin a su lado, donde las lágrimas simplemente salían como si hubiesen abierto un grifo en sus conductos lagrimales y no podía detenerlas.

— ¿S-se encuentra bien? —preguntó Robin con cautela, mirándola de reojo.

No la miraba fijamente cuando los ojos de Leah estaban llenos de lágrimas, o tal vez si lo hacía y ella no podía distinguirlo por las lágrimas.

— Claro que sí. —se limpió las lágrimas con el antebrazo y siguió revisando los papales de contaduría. Había pequeñas perdidas de dinero cada mes durante seis años, pero cuando juntaba todo el dinero “perdido” la suma era exorbitante.

— La
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo