-Aurora…
-Oh…¿eres la cuidadora que ha contratado mi hijo? Creo que te conozco
-Sí…el amo Hill me ha contratado…no se preocupe me encargaré de cuidar de usted a tiempo completo, si yo…hace un rato…
-Entiendo mi niña, gracias por evitar que ese auto me atropellara – viendo la sonrisa de la joven – pero, pequeña…pero debes descansar…¿Qué pensarían tus padres?
La sonrisa de Aurora se desvanece.
-¿Dije algo malo?
-No, Madame Hill...soy huérfana, mis padres murieron hace mucho...tenía a mi hermano pero también murió
-Oh, pequeña...lo siento, entonces ten en mí una amiga
-Gracias Madame Hill ¿desea algo?, según su historial médico ya le fueron administrados sus medicamentos
-Bueno...podemos hablar, dime pequeña ¿Cómo te llamas?
Aurora se acerca y toma asiento junto a la mujer...
-Me llamo Aurora ¿y usted Madame Hill, cómo se llama?
-Yuli...
-Oh, su nombre es hermoso – dando una sonrisa...
-Gracias pequeña – detallando a la joven – eres muy joven ¿Qué edad tienes?
-Diecisiete años – dando una