Capítulo 25
RECURDOS
Amanda cerró la llave de la ducha con movimientos lentos. El vapor aún flotaba en el aire como un velo espeso, envolviéndola en el eco de aquel silencioso baño sentía que ese recuerdo no terminaba de disiparse. La llamada de Kelly había sido breve, pero suficiente para desenterrar una inquietud que creía enterrada. Se secó con rapidez, se recogió el cabello aún húmedo en un moño improvisado y se envolvió en la bata blanca que estaba colgada, como si pudiera protegerse del mundo exterior.
Al abrir la puerta del baño, lo encontró allí con Thomas, impecable en su traje azul marino, con la corbata ligeramente aflojada y una sonrisa que parecía ensayada pero no por ello menos efectiva.
—Buenos días, Amanda — dijo él, con esa voz que parecía dulce que solo utilizaba con ella.
Amanda tragó saliva. Su corazón aún latía con el ritmo de la llamada, pero su rostro era una máscara de serenidad. Sonrió con naturalidad, o al menos lo intentó.
—Buenos días, señor presidente—.
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