Kenton no logró conciliar el sueño mientras que Esmeralda durmió plácidamente debido a la relajación que tener sexo le había otorgado, pero aún más por haberle dicho sus verdades a su jefe.
Cuando Esmeralda despertó, lo hizo sola en la cama y se vistió con toda prisa. No quería que él de pronto quisiera tener sexo. La valentía con la que le había hablado se había esfumado.
-Estuve pensando en lo que me dijiste - Entró a la habitación de repente mirando a Esmeralda ya vestida
-¿Si? ¿Alguna conclusión interesante?- Le preguntó ella sin mostrarse intimidada
-Mas de una para ser honesto. Sígueme- La guió fuera del cuarto y la llevó a la sala donde una bandeja con aperitivos esperaba por ellos, así como también una taza humeante de café
-Mmm, se ve delicioso- Ignoró lo que dijo con total intención y más aún al ver la mesa. Tener sexo le abría el apetito
-¿Tu quieres que Lourdes se quede sola llorando por el recuerdo de un hombre?- Le preguntó haciendo que ella lo viera disg