CRISTOPHER WILLIAMS
Cristopher Williams
Después de una nueva discusión sobre mi estilo de vida y oírle a mi padre reprocharme por los lujos que seguía manteniendo sin tener un céntimo en el bolsillo, había entrado al pequeño estudio de mi apartamento a meditar sobre cómo resolvería de una vez mi situación.
De inmediato y completamente excedido por los insultos y reclamos de papá, me serví un escocés y tomé asiento en el mullido sillón detrás del escritorio macizo que adornaba la habitación.
Volver a ver a Camile después de mucho tiempo, había removido en mi memoria todos los sucesos que desencadenaron en nuestra ruptura y en la ruina total de mi familia.
Mi misión era simple y sencilla: seducir a Camile Staton, hija del magnate George Staton, quien por cierto, me detes