Narra Eydran

Nada. Por mucho que quiera buscar a Irina, no hay una sola prueba de ella y los recuerdos siguen apareciendo, atormentándome justo como pasa ahora, donde despierto gritando porque recuerdo una cita donde sentía que finalmente sabía lo que era vivir.

— ¡Irina! — grito llorando.

— ¿Qué sucede, alfa?

— La vida misma. ¡Maldita sea! ¡¿Por qué nadie me dijo todo lo que me esforcé por hacerla feliz?! ¡¿Por qué maldita razón no me ayudaron a recordar lo importante que es Irina para mí?! — grito levantándome de la cama para tirar todo a mi alrededor.

Mas bien, lo poco que poseo porque cada vez que duermo pasa lo mismo y por eso, ya solo dejan lo estrictamente necesario cerca de mí.

— ¿Ha sucedido de nuevo? — pregunta mi padre.

— Mátame. — imploro con dolor.<