Duele, porque el hombre que tanto he amado incluso cuando temía serle infiel a mi esposo, ahora se encuentra besando otros labios que no son míos y amando a una mujer que no soy yo. Mi lugar ha sido usurpado y no tengo la valentía de luchar por él.
— Mi bebé… — susurro llorando.— ¡Una ginecóloga ahora! — grita mi madrina mientras corre hacia mí.Todos entran en pánico, ya no importa Eydran, si no, la mujer que tanto fue querida y ahora ni siquiera es recordada.‘Puedes vivir con eso, pero, no sabiendo que perdiste a tu hijo por no saber lidiar con todo esto.’ Me digo mentalmente.Lloro sin saber cómo reparar el daño que he hecho a mi pequeño, el único ser que depende de mí y tanto se ha aferrado a estar conmigo cuando solo me preocupaba su padre. Así que, ahora me siento como una completa miserable.En poco