No sé si mi madrina cuelga la llamada o lo hace él, solo puedo recordar su frialdad al decir que no le importo y como todo eso me duele porque yo he estado rezando para encontrarnos y que podamos ser la familia que merecemos.
Sin embargo, parece que el destino tiene algo diferente y por eso, ahora él ha vuelto pero sus recuerdos… esos que nos mantienen juntos, no.— Al menos regresó con vida. — susurro aliviada.— ¿Ha pasado algo, hija?— Eydran…— ¡¿Apareció?! — pregunta mi padre sorprendido y yo de inmediato, asiento sintiendo la felicidad en el punto más alto.— Volvió, realmente volvió. — digo y mi madre aplaude y corre de tal forma que no parece que sufriera de dolencias.Los dos me abrazan y celebran como si se hubiesen ganado la lotería y vaya que es mejor que eso, porque de forma directa o indirect