‘¿Qué pasa con lo que quieres? Porque es claro que te sientes atraída por él, Irina.’ Me dice mi mente, esa que no puedo engañar.

Me gusta, es verdad que lo deseo para mí, pero, saber que él es el hombre que me trató tan terriblemente me impide aceptar estar a su lado. Así que, no puedo correr a sus brazos cuando la inseguridad que me genera quedarme con él persiste.

— No puede decir eso.

— Ya lo hice, así que, sigue con lo tuyo. — digo girándome, pero, él me agarra con fuerzas.

— Entiende una cosa, Irina: los dos tuvimos culpa de esto. También es verdad que los dos nos tratamos mal, ¿o es que acaso no recuerdas todo lo que me dijiste cuando me llamabas? — pregunta él con esa mirada roja que causa tanto miedo.

‘Va a hacerme daño si lo hago enojar.’ Me digo mentalmente.

Miro al hombre