Ni siquiera debo describir que fue lo que terminamos haciendo, porque nuestros cuerpos son tan predecibles que apenas nos hemos besado durante cinco minutos, cuando ya tenemos suficiente excitación y energía para un acto sexual.
‘¿Cómo es posible que alguien que no tiene experiencia teniendo relaciones sexuales actúe de forma tan lujuriosa?’ Me preguntó mentalmente.Lo peor de todo es que ya ni siquiera me atrevo a pensar en mi esposo o el problema en el que estamos envueltos, porque ahora mi prioridad es este hombre que tantos gemidos me hace liberar.— ¿Te gusta lo que estamos haciendo? — pregunta él con su estocada final que explora en lo más profundo de mi interior.— Oh rayos.— No habrá un solo hombre en esta Tierra que pueda hacerte lo que yo te hago. — dice él con su característica posesividad, mientras sus ojos me dicen que s