Una locura, esto realmente es una locura, porque mi cuerpo parece volverse una masa esperando ser moldeado por el hombre que no es capaz de darme un descanso para pensar, porque está tomando en serio su trabajo.
‘Debes controlarte, pudiste hacerlo con Marcus e incluso con tu esposo, así que, no caigas ante él, recuerda que eres alérgica a su pelaje y no te agrada el hombre que es. Así que, no abras tus piernas, por favor.’ Me dice mi mente.— Por favor…— Te deseo, Sandra. Solo a ti te deseo. Así que, no creas que esto es solo algo de un momento. Yo… quiero tenerte para toda mi vida. Solo anhelo que tú tengas mi semen y me hagas padre todas las veces que sea posible. — dice él sin algún tipo de vergüenza. — No digas ese tipo de cosas vergonzosas. — digo sintiendo que voy a enloquecer.— Ese esposo, ese cabrón de mierd