Luego de una amena charla, donde Pietro trataba de integrar tanto a Fátima como a Ali, Teodore y Pietro tuvieron que revisar temas relacionados con sus negocios, mientras que Fátima y Ali salían a los jardines de la casa a dar un paseo.
Ambos hombres entraron al estudio e inmediatamente un Pietro curioso no se aguantó las ganas y dijo:
- Aún no puedo creer que estés casado, ¿Cuándo paso? ¿Cómo fue que sucedió? Teodore, sé bien que no recuerdo mucho de ti, pero Aldo me ha dicho que siempre has sido un hombre reservado y normalmente nunca te vimos con alguna mujer.
Teodore se sintió un poco avergonzado, pero tuvo que aceptar que el que llevara a Fátima y Ali con él, le iba a acarrear varias preguntas y debía contestarlas, no porque debiera, más bien porque quería.
- Mi abogado en Dubái… - Dijo Teodore causando más intriga.
- ¿Sí?
- Cuando ocurrió todo el desastre entre tú, Marco y tu padre, tuve que asumir el mando de nuestros negocios en Dubái…
- ¡Aja…! - Dijo Pietro invitándole a conti