Aldo y Paloma ya habían invitado a Marco y Valeria a cenar el sábado por la noche para dar una noticia, esta sería la primera vez en la que se reunirían los implicados con la pareja, por lo que anticipando esto, Paloma había sugerido a Marco que era momento de contarle a Valeria sobre lo que ocurría con Pietro.
Si bien, Marco se mostró renuente ante su hija, sabía que era verdad, era momento de contarle a su esposa una triste verdad.
Prefería ser el quién le dijera que Pietro no recordaba los últimos 23 años de su vida y, por lo que se veía, solo le llegaban flashes de lo que fueron los últimos años, pero ello, solo le sucedía con Enzo. Todos suponían que se debía a la conexión que existía entre el abuelo y su nieto.
Así que, sin retrasarlo más, el viernes, durante la comida, cuando Valeria y él hacían sobremesa en el jardín, Marco la miró y le dijo:
- Valeria, mi vida… Necesito que platiquemos de algo…
- ¿Qué sucede mi vida? – Respondió Valeria dulcemente.
- Mañana, como sabes, va a s