- ¡Ay, mamá! Mi vida no ha sido fácil, tal como te conté, perdí la mitad de mi vida, perdí la mitad de mis recuerdos. He tratado de platicar con todos aquellos que conozco, trato de ir enlazando mis recuerdos, trato de hacer una versión de mí, pero hoy, hoy particularmente, hablar con una de tantas personas me ha afectado. – Dijo Pietro frustrado.
- ¿De quién se trata? - Preguntó Aria con curiosidad.
- Su nombre es Valeria. - Dijo Pietro con sinceridad.
¿Quién es Valeria? – Preguntó Aria con interés.
- Valeria se supone que es parte de mi pasado, supuestamente la conocí cuando tenía 25 años, vivimos juntos una temporada, se casó con Massimo y bueno, es una larga historia por lo que veo…
Pietro procedió a contarle la misma historia que Valeria le había dicho, no omitió nada, Aria tomó asiento y escuchó a su hijo atentamente. Al escucharlo y verlo, era como si escuchara a su propia conciencia, esa que, por años, le dijo que tal vez haber conocido a Leonardo, no había sido lo mejor, tal