Tres personas en un baño de mujeres, y dos de ellas son hombres, es una forma interesante de empezar a describir la situación que se estaba presentado en este momento, una en la cual por alguna razón sentía como si me hubiesen agarrado con las manos en la masa.
Nikolai a unos pasos de nosotros, un poco cerca de la puerta, contemplada de una manera a Erick, con un poco de superioridad, mientras el hombre enfrente mío lo miraba con rabia, mientras sus manos se encontraban ahora a los lados de mi cuerpo, posados sobre la cerámica del lavamanos.
- Nikolai - Erick es el primero en hablar.
- Annastasia, ¿te encuentras bien? - se dirige a mi, dándole una ignorada casi olímpica a quien me tiene aprisionada.
Ante la pregunta del Ruso, no puedo evitar mirar en la posición que me encuentro, y como esto puede verse desde otra perspectiva bastante mal, por lo cual decido empujar el cuerpo de Erick, quien sorpresivamente me da paso para bajar del lavamanos y poner mis pies descalzos en el suelo.
-