Capítulo 24

Mis manos comienzan a sudar, mi corazón se acelera a mil por hora, mis ojos se achinan sintiendo como se nublan poco a poco. ¡Esta carta es del papi sexi!

Con ambas manos acurrucó este frágil y delicado papel, llevándolo a mi pecho, con la ilusión que sus palabras sean ciertas y no para manipularme a su antojo.

¿Por qué? ¿Quiero saber por qué no me lo dice frente a frente?

—¿Te sucede algo? —mi hermana me sorprende.

—No… para nada —rápidamente limpio una que otra lágrima que cayeron por mi mejilla.

Por un momento pensé que me encontraba sola, pero lastimosamente me equivoqué y ahora tendr&eacu

Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo