Finalmente, salieron de la habitación. Livia se arregló el cabello y, al bajar, vio a todos en la mesa del comedor, excepto a Jenny, que tenía que llegar temprano a la oficina.
Un día más agotador que trabajar en la tienda esperaba a Livia después de que Damian se marchara a la oficina. Las miradas de Mrs. Alexander y de Claudia a su lado ya no eran amigables. Solo Sophia sonreía alegremente, saludando con la mano.
—Cuñada, gracias por los recuerdos. Me han encantado. A Jenny también le gustaron.
Mientras tanto, Damian revisaba los archivos que Brown le había entregado después de que el auto saliera de la entrada principal. Nadie hablaba hasta que llegaron al estacionamiento de Alexander Group.
—¿Le dijiste a Butler Matt que vigilara a Claudia? —El auto se detuvo en el estacionamiento VVIP reservado para el CEO. —¿Mi madre ha dicho algo ya?
—He explicado a Butler Matt lo que debe hacer. En cuanto a Mrs. Alexander, no necesita preocuparse.
Damian suspiró, conteniendo claramente la irri