Especial Cap. 49
¡Bang!
El sonido de la voz de Damian fue como un disparo directo al pecho de Kevin: justo la reacción que más temía después de confesar su amor. Era rechazo. Sus hombros se hundieron y su mirada cayó al suelo.
Tenía razón… He sido imprudente y descarado. ¿Cómo me atreví a enamorarme de su hermana? ¿Cómo pude siquiera soñar con ser parte de su familia?
La vergüenza le atravesó el corazón como mil agujas.
Mi padre me reprendería por esto. He faltado al respeto al señor Alexander… y también a mí mismo.
La humillación ahogó el dolor en su pecho. Era como si alguien lo hubiera golpeado en la cabeza para recordarle exactamente quién era… y quién era Jenny. Aceptaría cualquier castigo que viniera, sin importar lo doloroso que fuera.
Aun así, el corazón le dolía. No sabía cómo podría volver a mirar a Jenny a los ojos. Jamás la olvidaría, pero tal vez estaba destinado a amarla en silencio, como antes. Quizás ese era el tipo de destino que Dios había escrito para él.
Kevin ya se había resignado