Especial Cap. 19
Al caer la tarde
La jornada laboral aún no había terminado oficialmente. En la sede central del Grupo Alexander, los empleados seguían inmersos en sus tareas y responsabilidades.
Tal como estaba planeado, aquella noche el señor Alexander tenía una cita con la señorita Livia. Brown ya había preparado el teatro y elegido la película para ellos.
Y por fin, llegó la hora.
El asistente Brown y el señor Alexander salieron juntos de la oficina presidencial. El personal de secretaría, alineado junto a la puerta, abrió los ojos de par en par: ambos hombres ya no vestían los trajes de negocios de esa mañana.
Así que, al final, la camisa que Brown había escogido con tanto cuidado sí resultó útil.
El personal se inclinó respetuosamente hasta que los dos desaparecieron en el ascensor. En cuanto las puertas se cerraron, un murmullo emocionado recorrió la oficina; todos se miraban con complicidad, cubriéndose la boca con la mano para no soltar risas.
—¿A dónde crees que van? Nunca he visto al señor