Capítulo 55; No existe fuerza mayor, en el mundo.

Isabdiella lo abrazó fuertemente, aferrándose a los brazos del hombre que más había amado desde que tenía uso de razón, éste tiempo de ausencia habían creado un vacío en su corazón, que en ese momento se llenaba de a poco, con cada segundo que la abrazaba.

—Lo siento mi amor, he sido un tonto, un redomado idiota, me negaba a perderte, a qué crecieras— su voz se escuchaba ahogada y entrecortada— y he terminado separándote de mi, pero vive Alá, que moriré si sigo emocionalmente alejado de ti un día más, puedes amar a quien quieras, puedes vivir en cualquier parte del mundo, voy a apoyarte y a viajar a cualquier lugar donde estés para verte. . .

—Papito. . .— lo estrechó con más fuerza.

—Siempre, siempre serás la Princesa de Norusakistan, la Princesa de mi vida y mi corazón, te ruego que me perdones, mi Isa, niña de mis ojos, ternura de mi alma, aliento de mi amor.

—¿Cómo podría no perdonarte?— le preguntó alejándose un poco y llenándose de ternura al ver el rostro de su padre cubierto
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo