El rey Junab Baal, hereda el trono a su hijo Akbal este comienza realizando un buen gobierno, luego se casa y cuando su esposa espera un hijo, este se encoleriza al saber que es un mujer, por lo que se vuelve déspota y tirano. La diosa Ixchel, ayuda a la reina para que a la hora del parto esta nueva criatura nazca en otro lado, lejos del rey Akbal, porque este la rechaza. Al nacer la criatura con la protección de la luna y el rió, estos se convierten en sus padres le brindan toda su sabiduría y belleza. Esta niña es llamada Princesa Luna y desde que toma uso de razón busca como ayudar a su pueblo que es victima de los atropellos de su padre. Acompañada de su madre terrenal Aquetzalí, de la diosa Ixchel, de dos amigos adolescentes una llamada Itzel y el otro Kaí, emprenden la lucha para convencer al rey Akbal de volver a ser un gran rey, como lo hizo al principio, al fina logran su objetivo y por ultimo la Princesa Luna hereda el trono de su padre y se casa con Kaí con quien siguen la obra de levantar mas la ciudad de Kumal.
Leer másDe Princesa a ReinaCon un penacho de plumas de quetzal sobre su cabeza, sus brillantes collares de jade, el cetro de maniquí en sus manos, y un traje brillante como la misma luna; la Princesa Luna, toma el reinado más glorioso que la ciudad de Kumal tuviera. Nuevamente el consejo, recibe a un nuevo gobernante, ahora tocó la fortuna de ser una Halach Unik, sus Holpop, delegados políticos, su Enacon, jefe militar, su Ahuacán, Máximo Sacerdote y sus Tupiles, guardias del orden, la rodean en esa entrega del cetro que el rey Akbal hiciera a su heredera en el trono, a esa Princesa Luna, a quien la diosa Ixchel diera fortaleza para llegar a ser la primera reina de los mayas. A su lado está Kaí que sigue admirando la belleza de su reina.Han pasado los años y el pueblo de Kumal, agradece a los dioses, que esta ciudad grande y llena de esplendor est&e
Kaí se enamora de la Princesa LunaKaí, Itzel, Aquetzalí, La Princesa Luna, y la diosa Ixchel, eran muy felices, el volver ver a un rey feliz, gobernando Kumal con el sueño de hacer de esa ciudad algo muy grande los llenaba de tantas emociones. Los días trascurrían y La Princesa compartía sus dos mundos, no dejaba de acariciar las aguas de su padre el río, disfrutaba hablando con su madre luna en aquella gruta donde creció y era su refugio, el lugar donde hablaba con los animales que un día la cuidaron y alimentaron, muchas veces salía del palacio real volando como una ave hermosa, o buscaba la profundidad de la selva donde todos los animales la seguían respetando y obedeciendo.Una hermosa noche de luna llena, Kaí le dijo a la Princesa Luna sobre esa fuerza interior que le hacía sentir, le habló
Arrepentimiento del ReyMuchas personas contaban sobre la repentina aparición de una niña hermosa, que llevaba la luz de las estrellas en su mirar, que aparecía siempre cuando la oscuridad cesaba y volvía la materia diáfana que curaba a los enfermos y diluía en el éter del cosmos, el sufrir de muchas personas. El rey se enteró de la aparición de la bella doncella y buscó la forma de poderla ver, pero sus intenciones eran atraparla para saber qué tan ciertos eran sus poderes, consultó a los sacerdotes sobre esa pequeña que aparecía por Kumal y ellos le confirmaron que se trataba de una fuerza muy luminosa que provenía de la misma luna.Después de una larga oscuridad ordenó a sus guerreros que la tenían que atrapar, que debían
Trabajo de los diosesAh Puch estaba muy molesto. Durante muchas lunas la gente se escondía y buscaba solo la claridad para caminar por Kumal, ya que sabían que este andaba en busca de cualquier mortal que se le pusiera enfrente. Fue Ah Puch el que llegó a buscar al rey Akbal, fue él quien le contó sobre su fracaso ante Kaí. Akbal muy desesperado y lleno de total odio buscó como hacer el mal con sus propias manos.Esa noche el rey Akbal como un loco le prendió fuego a la ciudad, hizo tanta destrucción que la Princesa Luna tuvo que pedir al dios de la lluvia le ayudara para apagar el fuego de los bosques donde vivía tanta criatura que podía perecer. El rey atentó contra la selva, contra la naturaleza y eso no les gustó a los dioses.Los dioses del inframundo buscaban la forma de brindar su apoyo al rey Akbal a la gente de Xibalbá, cuya causa pri
El rey Akbal y los diosesLa diosa Ixchel, estaba muy molesta con las actitudes del rey de Kumal, constantemente visitaba a Aquetzalí, para consolarla de aquel tormento que recibía de parte del gobernante. La reina se había aferrado tanto a la diosa Ixchel que momento a momento le preguntaba sobre su linda princesa, qué era de ella y la diosa le contestaba que llegaría la hora que la volvería a ver.Fue Ixchel la que pidió ante todos los dioses benévolos del panteón que pusieran un alto a las atrocidades del rey, que el pueblo de Kumal sufría por esos pensamientos que este llevaba en su mente. Pero esa dualidad de los dioses, era un impedimento para que todos apostaran para apoyar las ideas de Ixchel, había dioses con tantas funciones, que por alguna razón no podían acercarse tanto a las ideas de la diosa de la luna.Hunab Kú, el padre
Los seres del inframundoVacub-Camé y Hun-Camé los jueces supremos del consejo de Xibalbá, son los gobernadores de ese inframundo lleno de caminos tenebrosos, con peligros tan fuertes, criaturas zoo fórmicas, fluorescentes en la oscuridad y con poderes muy grandes. Ese inframundo celebraba la muerte y cuando los que habían sido hechos de maíz por la abuela Ixmucané, complacían los deseos de los dioses del inframundo, estos se congratulaban y celebraban.Ese mundo tenebroso, donde Hunapú e Ixbalanqué, jugaron el juego de la pelota, estaba de fiesta, celebraba que tenían a un gran aliado en la tierra, el rey Akbal. La luna y el rio tenían que enseñar esta parte del universo a su protegida por eso fue que Ixchel pidió al río que la pequeña tenía que conocer este lugar.El río condujo a la princesa desde peque&nt
Último capítulo