Scott abre la puerta y al verme despierta se acerca.
- ¿haz comido algo hoy?- pregunta acusador, me pongo aún más nerviosa ya que no he comido nada.
- si- miento.
- ¿qué?- pregunta retandome.
- 2 manzanas- digo y el me mira extraño.
Sigo aquí... dice la misma voz gruesa de hace rato, resonando en mi mente. Me alejo rápidamente de Scott casi de un salto.
- pues tienes que comer algo ya- dice observandome de forma penetrante.
Me tiemblan las manos, no pensé que esto sucedería.
- okay- sonrío disimuladamente y me vuelvo a recostar en la cama.
- hoy tendrás el privilegio de que te prepare algo- dice con una sonrisa, sin sarcasmo ni otras intenciones, algo realmente extraño en él.
-¿te gustan los tacos verdad?- pregunta. Amo los tacos...
- ¡Claro que sí!- grito levantandome de ma cama. Vuelve a sonreír.
- pues te prepararé algunos- dice.
- yeeeyy- grito haciendo un baile triunfante, el alza las cejas y suelta una carcajada.
Mi baile lleva el típico va y ven de las caderas y las manos,