ScarlettEstá demás decir que nunca he viajado a Hawái, así que no me avergüenzo de admitir que mi boca quedó abierta cuando el avión voló sobre la isla. Me emocioné todavía más cuando llegamos al hotel. Desde el momento en que pusimos un pie en su impecable vestíbulo, supe que estábamos en un lugar especial. La fusión de la elegancia moderna y la autenticidad hawaiana creaba una atmósfera única que me dejó sin palabras. Era como estar en una película de Hollywood.Dos mujeres nos recibieron en la entrada, y nos colocaron Leis, collares hawaianos de flores y conchas. También nos ofrecieron una bebida de apariencia exótica, ya que iba dentro de una piña, y de decoración tenía una pequeña sombrilla y una flor roja. Mientras caminábamos hacia la recepción miré los altos techos de madera tallada, y los detalles en bambú a lo largo de los pasillos resonaban con la herencia de la isla. Las paredes estaban decoradas con arte local y coloridas piezas de cerámica que representaban la cultura
ScarlettPasé el resto de mi día haciendo uso del servicio al cuarto. Pedí helado, comida, dulces e incluso una botella de vino. Ellos quisieron decirme el precio de la botella, pero les dije que no lo hicieran, Sebastian debía pagar por meterse en mi cabeza. Cambié el color de mis uñas a un rojo intenso, que por supuesto, hacía juego con el vestido rojo que decidí ponerme en la noche para el evento.A las 7 de la noche estuve lista. Me había preparado para sobrellevar la noche con una cantidad moderada de alcohol, y decidí dejar mi teléfono en la habitación. Esta era un evento en el que no iba a trabajar, así que no tenía por qué estar detrás de Sebastian.Mientras avanzo por los jardines del hotel, las palmeras se mecen suavemente y siento la suave brisa sobre mi piel y cabello. La luz tenue de las linternas ilumina el camino de piedra. El sonido distante del océano me relaja al momento de disipar cualquier pensamiento no deseado.En mi trayecto, paso por un puente que cruza un pequ
SebastianAbro los ojos en la penumbra de la habitación del hotel, los recuerdos de la noche anterior llegan de inmediato. Mi cuerpo se llena de euforia cuando siento los labios de Scarlett todavía en los míos. Volver a besarla fue como llenar mis pulmones de vida después de haberlos mantenido vacíos por demasiado tiempo.Me siento en el borde de la cama y respiro hondo. La bruma de la mañana filtra la luz por el ventanal, iluminando débilmente la habitación. Pero cuando mis ojos se enfocan en el espacio vacío a mi lado, suspiro con pereza. Scarlett no está allí todavía.James apareció justo cuando la canción acabó, y Scarlett, aprovechando la oportunidad para escapar, desapareció. La confusión en sus ojos reflejaba su lucha interna, la lucha que tuvimos el día que nos separamos y la que compartimos durante años. Sabía que Scarlett estaba confundida, pero también sabía que no fui el único que sintió ese beso como la gloria. Si pensaba que escapar de mí, me haría cambiar de opinión, se
Sebastian Estoy sentado en mi escritorio, revisando algunos documentos cuando escucho un golpe en la puerta. Levanto la vista y veo a Elena, mi secretaria, la mujer trabaja conmigo desde que comencé con EnerGreen. Elena tiene 65 años y hace 2 años se pintó el cabello de blanco para no seguir luchando contra sus canas, incluso una vez se le ocurrió bromear conmigo y decirme que podía hacer lo mismo por mí, mis canas prematuras son heredadas por mi padre.—El señor Wilson está aquí para su reunión de las 9—anunció Elena.Asentí e hice un gesto con la mano.—Que pase.Benjamin Wilson es el CEO de una de las empresas más destructivas oculta bajo el nombre de una empresa de logística cuando en realidad solo tienen flotas de vehículos que consumen combustibles fósiles. El hombre hizo tantas llamadas como pudo a mi secretaria, e insistió mucho en que debía ser mi empresa quien lo ayudara. La idea de asociarme con una empresa que consume combustibles fósiles no es precisamente mi ideal de e
LettyMe despierto sobresaltada con el sonido del despertador de mesa que he dejado sonar. Al abrir los ojos y mirar hacia la ventana, veo que la luz del sol ya ilumina la habitación. Me siento en la cama y miro el reloj de mano en mi mesita de noche y en medio de mi bruma mental me doy cuenta de que el despertador ha sonado por cuarta vez, es demasiado tarde para ir a mi entrevista de trabajo. ¡Maldición! ¿Por qué siempre me pasa esto? ¿Por qué no puedo llegar temprano a ningún lado?En ese momento, entra mi hermana menor en mi habitación, con una taza blanca de Lilo y Stich llena de humeante café y una sonrisa burlona en su rostro.—El desayuno está listo, Letty—me dice mientras revisa su propio reloj de mano—. Y ya es tarde.La miro siniestramente. No necesitaba su sarcasmo ahora mismo.Me levanto rápidamente de la cama y corro hacia el baño para ducharme y arreglarme lo más rápido posible. Incluso creo que lastimé mis encías mientras cepillé mis dientes. Tomo un pedazo de pan de l
Letty Lo sigo hacia el interior de su oficina bonita en colores blanco, beige y gris. Me siento en frente de su escritorio cuando él toma asiento en su butaca. El hombre debe ser menor que yo, se ve muy joven, y, además, demasiado guapo. Me lamento de que sea tan guapo, siempre he sido una tonta con ellos, digamos que no tengo un buen historial con chicos guapos, son de lo peor. Sin embargo, como este chico guapo puede ser mi jefe, decido confiar en su dulce sonrisa amigable y hacer mi mayor esfuerzo por ganarme el empleo.—Dígame, señorita…—Letty—lo interrumpo casi frenéticamente, pero sonrío para desviar la atención—. Es mejor así.Él asiente mirando mi curriculum en papel sobre su escritorio.—Entonces, Letty Lewis—me mira finalmente—. ¿Por qué te gustaría trabajar en EnerGreen? ¿Por qué en este momento?Hago lo posible por mirarlo con seguridad al dar mi respuesta.—Siempre me ha gustado la idea de trabajar en una empresa diferente, que trabaje por un propósito mejor, algo que i
Letty —¿Scarlett? —la voz desconcertada de Sebastian casi hace que mis piernas flaqueen, pero me mantuve firme mientras caminó hacia mí. Cuando me alcanzó lucía todavía más desconcertado mientras las dos perlas coloridas de sus ojos me observaban casi con fascinación—. ¿Qué haces aquí Scarlett? Mi cuerpo traicionero reaccionó a su voz llamándome por mi nombre completo. Era el único que siempre me llamó así, el resto del mundo sabía que lo mejor para su salud era decirme Letty, porque Sebastian siempre me dijo que adoraba mi nombre, que no había razón para cortarlo de esa forma. Hice puños mis manos para hacerme daño con las uñas en mis palmas y despertar de nuevo en el presente. Porque Sebastian era parte de mi pasado, ahora éramos dos extraños. Y así debía quedar. —Letty—lo corregí. Miré a Marco que nos alcanzó e ignoré el ceño fruncido de Sebastian a causa de mi respuesta. —¿Conoces a mi nueva secretaria Letty Lewis? —le preguntó Marco deteniéndose a nuestro lado. Sebastian co
Sebastian Mi vida laboral es la misma, y como de costumbre, estoy sentado en mi ridículamente amplia oficina, rodeado de papeles sobre mi escritorio, pero con la mirada perdida en el horizonte de la ciudad que se ilumina lentamente al caer la noche. Las luces destellan en los edificios y el ruido de la ciudad se desvanece a medida que me permito sumergir en mis pensamientos sobre lo que sucedió hoy.Scarlett y su repentina aparición en mi vida han removido algo dentro de mí, despertando emociones que creí haber dejado atrás hace años. En realidad, emociones que creí que solo fueron falsas, solo química de cuerpos, una infatuación que duró demasiado tiempo. Eso creí hasta el día de hoy, cuando la vi y mi universo se descolocó, mi vida perdió sentido, la gravedad fue solo teoría, mis ojos un imán sobre ella y su cuerpo maduro. El tiempo solo la hizo más hermosa, más audaz, logró estudiar una carrera y ser la mejor de su clase, es inteligente, siempre lo fue, nunca lo he dudado. Incluso