Lauren.

—Hola de nuevo, mi guapo Ken… Solo vengo a decirte que no podré visitarte mañana porque tengo algo importante que hacer, pero regresaré. No te preocupes por mí… Tú solo despierta pronto, ¿sí? —digo, sosteniendo su mano tibia

Sentir ese leve apretón de su mano, me hace acelerar el corazón. Me quedo con él un minuto más antes de darle tiempo a Cassandra de hablarle.

Suspiro cuando la veo salir de la habitación con los ojos rojos. Ella me da un abrazo y con todo el dolor de mi corazón, como todos estos días, tengo que dejarlo.

Salimos, dejando a los dos hombres que tienen permiso del hospital para vigilarlo, y sé que soy perseguida por otro hombre. Aunque le dije a Will que no creía que fuera necesario, él insistió, pues estamos en Montreal, en el terreno de Quentin.

Al llegar a su departamento vuelvo a desestabilizarme. Su olor es tan fuerte que no se ha ido.

—Wow… Es hermoso este lugar —expresa Cass yendo directamente al balcón.

—¿Quieres que ordenemos algo? —cuestiono, con el