6.

6. Mis días junto a Colin.

Jason’s POV

La pasé realmente mal esta noche. Tommy no dejaba de darme dolores de cabeza. Se besa con un chico desconocido y luego llega el otro imbécil vestido de mujer, en verdad ese Colin parecía una ramera y Tommy se fue corriendo tras él apenas apareció. Por la forma en que lo miraba era más que obvio que está interesado en él y eso no es lo que más me molesta, sino el hecho de que se nota cuál es el tipo de persona que es Colin. Coqueteó con todos los tipos que pudo mientras bailaba y cuando se bajó del escenario, les dio su número a varios y hasta le dio un beso en la boca a un espectador.

No tengo dudas de que Colin le romperá el corazón a Tommy. Mas que celos, lo que me afecta más es que sé que ese chico no dudará en jugar con él, porque si un buen chico estuviera tras el yo no le diría nada, aunque los celos me estuvieran carcomiendo por dentro, porque quiero que él sea feliz, así no sea yo el que lo haga sentir así.

La chica que besé esa noche no sé ni como era su nombre, era prostituta. Solo la llamé para mantener mi imagen de mujeriego empedernido y que Tommy no viera nada sospechoso en mí.

Tommy’s POV

- Ya veo por qué te gusta Colin, porque es el típico cara bonita que a todos encanta, pero en el fondo no es más que un mujeriego que juega con la gente, no confío en ese tipo y tú tampoco deberías hacerlo. – Dijo Jason y en verdad, me molestaba que hablara mal de él. Llevábamos varias horas trabajando en el libro y el primer capítulo quedó bastante bien.

- No hables así de él.

- Es lógico eso, no te hagas el tonto. ¿Qué sabes de su vida? ¿quién demonios es? ¿a qué se dedica? – Preguntó Jason mientras encendía un cigarrillo.

- Pues sé que se llama Colin, baila los fines de semana en el antro en que estuvimos, tiene novio y creo que se llama Vince…

- Tiene novio, una razón más para que no te involucres con él. – Replicó Luciano, no sé por qué todos me molestaban tanto con él. Ni que hubiéramos follado o hubiera pasado algo ya.

- No pasa nada con él, lo he visto solo un par de veces y ya hablan como si estuviera muerto de amor por él.

*Flashback*

- Enano, deja ya de estar molesto conmigo. Lo que te dije es cierto, deberías confiar más en mí. – Me dijo Esteban al oído y me besó en los labios, lo aparté.

- ¿Cómo esperas que te crea que él es solo uno de tus amigos? Estoy harto de lo mismo, te pierdes los fines de semana, no contestas mis llamadas y menos las regresas.

- Es que el trabajo me quita mucho tiempo…

- ¿Y eso justifica que te acostaras con él?

- Estás alucinando, solo fue una vez y fue por tu culpa, tú me descuidaste y ya está, te perdono por eso. – Dijo cínicamente y me dieron ganas de incendiarlo.

– Es broma enano, no seas rencoroso. Sé que me amas, yo te amo mucho más y quiero ser una mejor persona para ti, pero para eso debes ayudarme a ser mejor…

- Ya perdí la cuenta de las muchas veces que me has dicho lo mismo. ¿No entiendes que me duele que te comportes de esa manera? ¿no ves que tú me dueles? No te cansas de lastimarme una y otra vez.

- Solo confía en mí esta vez. – Me dijo y se acercó a mí. – Eres mi mundo, deberías estar seguro de eso. – Me besó y como siempre, me rendí ante él. Ahí estaba mi fuerza de voluntad.

Llevaba dos años en una relación con Esteban y estaba enloquecido de amor por él, tanto que él y todos los que nos rodeaban sabían eso, y él se aprovechaba del amor que sentía por él. Sabía que hiciera lo que hiciera yo seguiría estando con él y eso era jodidamente cierto. Era como si un imán me uniera a él y la sola idea de perderlo, era insoportable para mí.

*Fin del Flashback*

Subí a mi departamento, estaba harto de escuchar sus sermones sobre él. Sé que tenían razón en lo que decían de él, no lo conozco en lo absoluto y ya me interesé en él, sé lo muy estúpido que puedo llegar a ser y me gustaría dejar de sentirme atraído hacia él, pero es muy difícil. No entiendo cómo puedo sentirme de esta manera si no lo conozco y solo he hablado con él un par de veces. Creo que mejor debo evitar estar cerca de él, no me traerá nada bueno enamorarme de un chico que tiene pareja, no quiero sufrir de nuevo. No sé si pueda soportar de nuevo algo así.

Jason’s POV

Últimamente he estado peleando mucho con Tommy, sea por una cosa o por otra. Aunque todo se resume a una cosa, los enormes celos que me están consumiendo al saber que se está sintiendo atraído por alguien más. Me duele, en verdad me duele tanto que no puedo evitar estar tan molesto que cualquier cosa me irrita. Así que dejo que el agua de la regadera caiga por mi rostro para ver si así logro disminuir la temperatura corporal tan elevada que tengo, ¡cómo odio a todos en este preciso instante!

Salí de la ducha y me puse una sudadera verde que era del equipo de futbol de la universidad en la que me gradué, me pongo unos pantalones de ejercicio negros y un par de tenis, sé que me verán raro porque no voy vestido como ellos, pero con el ánimo que tenía hoy, mandaría a todo el que me mirara mal a la m****a.

No sé por qué correr me desestresa tanto. Cuando bajé al primer nivel y me detuve en la entrada, me acerqué a una banca que estaba cerca y la patee, también voltee un bote enorme de b****a con enojo y hasta empujé a un tipo muy raro que me miraba. Venía vestido como Boy George en los 80’s. ¿Es su imitador?

- ¿Qué me es lo que me ves? ¿quieres acaso que te firme un autógrafo en el culo o qué?

- Tienes muchas ganas de morirte hoy, ¿no es así niño rico? – Me miró con enojo y rodé los ojos al escuchar su andrógina voz, ¿este tipo es hombre o mujer?

- ¿Niño rico me dices? Mucho gusto, soy Jason Evans y si lo fuese, créeme que te habría mandado a fusilar ya, Boy George. No me gustan los engendros como tú.

- ¿Cómo me dijiste? – Me apuntó con un revolver que por lo que parecía, era sin duda de plata. Al parecer el rico es él.

Me escapé antes de que este engendro me hiciera polvo y tirara mi cuerpo al río, no me apetecía morirme hoy. Corrí a lo largo de varias calles y miré el rostro de las personas que caminaban tranquilamente, en ese momento me pregunté: ¿Habrán tenido la oportunidad de comer un buen desayuno esta mañana? ¿tienen a alguien que los espere en su casa? ¿son felices? Todos tienen unas miradas tan despreocupadas, que lucen a la perfección con sus atuendos extravagantes, como si no les preocupara nada en el mundo más que pasar el rato en buena compañía. Todos lucían felices menos yo y a este punto me pregunté: ¿hace cuánto no soy feliz?

Por más que he meditado esa respuesta en mi cabeza, no quiero lograr responderla de forma definitiva porque sé exactamente que debo decir. No recuerdo la última vez que fui realmente feliz. Estos últimos años los he compartido con Tommy, he estado con él en todo momento, ayudándolo a levantarse cada vez que se cae y secando más de una vez tantas lagrimas que ha derramado. Fue interminable el infierno que viví cuando el salía con Esteban, mordía mis labios al escucharlo hablar de las cosas que hacían o lo que él le decía, pero nunca le dije que eso me molestaba, por el contrario, lo aconsejé muchas veces porque a pesar de todo, sé que con él fue feliz en ciertos momentos, independiente de lo malo que sucedió después. Creí que todo se había terminado con su ruptura, pero ahora se repite de nuevo, con otra persona.

¿Cuándo será que por fin llegue mi momento? ¿será que alguna vez así sea por un mínimo instante ha pensado en mí como algo más que su mejor amigo?

Siempre lo puse a él en primer lugar, poniendo su felicidad delante de la mía. Por eso me aguanté todo este tiempo, nunca pude decirle nada porque estaba feliz. ¿Acaso no es eso lo correcto que haría una persona enamorada por quién ama? ¿debo ver de nuevo como sale con este maldito ahora?

Sólo espero que esto sea temporal, que no le dure mucho porque no podría soportar de nuevo verlo enamorado de alguien más. No sé qué podría hacer. Aunque en mi interior sé que, si llega a decirme que está con Colin, no le diría nada porque a pesar de todo, me gusta verlo feliz.

Me detuve en una tienda de golosinas que está al lado de la oficina de correos. Entré y compré una cajita de monedas de chocolate, sé que estos son sus favoritos y solía comerlos todo el tiempo cuando salíamos de clase, más cuando estaba de malgenio porque acababa de reprobar una prueba. Le escribí en la caja: Estos son para que sonrías, cabeza hueca.

Corrí de regreso, entré en el edificio y subí hasta que estuve en su puerta. Escuché voces y risas, que claramente no eran de Luciano.

Está con él, me dije a mi mismo y sentí un nudo atorado en la garganta. Debería haberlo sabido.

Dejé la caja en su puerta.

Tommy’s POV

- Huele rico, ¿estás cocinando? – Me preguntó Colin mientras se acomodaba en el sillón de la sala. Acababa de llegar hacía unos pocos minutos.

- Sí, ¿quieres comer?

- Claro, te comería lo que quisieras.

Lo miré serio y el estalló en risas.

- La vez pasada que viniste, ¿cómo sabías mi dirección? No recuerdo haberte dicho donde vivía.

- Sé muchas cosas, más de las que tú crees. ¿Ya te sientes cómodo aquí?

- Sí, pero… no entiendo por qué tienes tanto interés en mí si no me conoces.

¿Por qué vienes? ¿por qué te importo? – Pregunté y me avergoncé enseguida. No pensaba decirle eso. Pero en verdad, había algo que me hacía desconfiar en él, no sabía nada de él en lo absoluto.

- Cuando te dije que tenía habilidades especiales fue en serio, más de lo que crees. Te lo probaré para que puedas confiar en mí. – Me dijo mirándome seriamente, era la primera vez que me hablaba en ese tono como usualmente está riéndose o haciendo bromas.

- Está bien, inténtalo.

- Dame tus manos. – Me dijo y asentí. Él me tomó de las manos, suspiré profundamente y luego me miró fijamente, su color de ojos es tan inusual, no se puede diferenciar si es verde o azul. No entiendo cómo podía sentirme tan cómodo estando con él, era como si lo conociera ya de hace mucho tiempo. Siento que pudiera confiar plenamente en él. – Has pasado por momentos muy difíciles.

- ¿A qué te refieres? – Pregunté curioso.

- Conociste a un hombre mayor que te destrozó por completo, ¿no es así? - Asentí, me temblaban las manos y mis ojos lloroseaban. Estaba conmocionado, ¿cómo es posible que él sepa todas estas cosas?

- Este tipo que te dañó tanto por lo que puedo percibir, te lleva unos doce años o menos, no sé exactamente y proviene de una familia adinerada, es bien parecido, empresario o algo así. Aparte de fallarte en numerosas ocasiones, hubo una en especial, en que te llevó con sus amigos que estaban encantados contigo, sabían lo dulce e inocente que eras. Te dijo cosas para que entraras al evento ese día, estabas alegre y creías que algo bueno

pasaría… pero eso no era lo que ellos tenían planeado para ti.

Algo en mí se quebró de nuevo, no quería llorar delante de Colin, pero fue inevitable. Ese recuerdo volvió a mi mente, era como si sintiera de nuevo sus manos tocándome o sus risas en mis oídos.

- Lo siento, lo siento mucho. No debí hacerte recordar eso, en verdad perdóname. – Me dijo y me abrazó, lo abracé también. Esteban fue lo peor que me pasó en la vida, me dañó en todas las formas posibles, jugó conmigo y hasta me vendió literalmente. Yo en ese momento solo tenía diecisiete años y él era mucho mayor que yo, era lógico que sabía cómo conquistarme, sabía que decir. Era solo un niño y confiaba en él. Jamás pensé que me haría algo así. A los chicos no les conté nada de esto ni a nadie en el mundo, ni siquiera denuncié. Les dije que Esteban me había terminado… ¿Quién es Colin? ¿cómo puede hacer este tipo de cosas? - ¿Ahora me crees Tommy?

- Sí… - Dije y me limpié los ojos. El me miró cabizbajo. -Oye, no entiendo nada. Después de todo, ¿quién eres tú? ¿cómo es que pudiste ver esas cosas que me pasaron?

- Pues… recuerda que te había dicho que era hijo del líder, Zeus y creíste que ese era su apodo… no es del todo así.

- Espera, espera. – Dije y me puse de pie alterado. - ¿Es Zeus? ¿literalmente Zeus? ¿el Dios del cielo? ¿dios del trueno? ¿es ese?

- Sí. – Dijo abrí los ojos, quedé en shock, perplejo. Esto era demasiado para digerir, ¿qué es este lugar? Cómo es que un Dios de la mitología griega, que se supone que era solo eso, un MITO, ¿vive y gobierna aquí? Pero si el existe,

¿existe su esposa Hera? ¿existen los demás dioses? Empecé a caminar de un lado al otro, era increíble lo que escuchaba. Tenía tantas ideas en la cabeza que era difícil organizarlas todas.

- Debes explicarme con detalle eso que me acabas de decir.

- Está bien, solo déjame hacer una llamada antes. – Salió del apartamento y unos segundos después regresó con el teléfono en su oreja aún. – Te dejaron esto en la puerta. – Me dijo lanzándome una caja pequeña. La abrí y vi los chocolates de nueces que tanto acostumbraba a comer antes cuando estaba con… ¿por qué me dejaste esto aquí Jason Evans? Confuso, no pude evitar sonreír y mi rostro comenzó a arder. Cómo adoro a ese estúpido.

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