Capitulo :Un Silencio Que Habla
Pidieron comida rápida.Nada sofisticado.
Algo sencillo, de esos que no llenan solo el estómago, sino el alma.
Mientras esperaban, Anahir se acomodó en el sillón, descalzándose, dejando las piernas estiradas como quien deja caer por un rato el peso del mundo.
Nicolás estaba al otro lado, en silencio, revisando algo en su celular, con esa concentración que parecía envolverlo siempre.
Anahir lo miró de reojo, sonrió apenas, y rompió el silencio:
—¿Cómo va todo con los abogados? —preguntó, en un tono casual, mientras desenrollaba una servilleta entre los dedos.
Nicolás levantó la vista, la miró, y con esa calma tan suya —esa calma que a veces podía desesperar a cualquiera— respondió:
—Encaminado.
Solo eso.
Una palabra breve, seca, medida.
Y aun así, Anahir sintió un pequeño nudo en el pecho.
No era desconfianza.
Era intuición.
Sabía que Nicolás estaba peleando una guerra mucho más grande de la que contaba.
Sabía que la estaba protegiendo, en silencio, como