Charlotte
Siento como mis párpados están más pesados de lo normal. Empiezo a pensar que el ponche de anoche no era un simple ponche, lo curioso es que no tenía un sabor raro. Da igual si tenía algo o no. Lo que pasó anoche…
– Hija, ya está el desayuno – grita mamá. Tomo una respiración honda y me levanto de la cama.
Mientras me arreglo, pequeños fragmentos de lo que pasó anoche vienen a mi mente. Estaba segura de que eso ya no me afectaría más. Que equivocada estaba.
– Buenos días, má.
– Buenos días hija &