Atrás a quedado el delgaducho cuerpo de Peter, se ha transformado en un chico totalmente diferente. Lleno de bastante masa muscular.
- Estas … preciosa. ¿Hace cuánto tiempo que no nos vemos? – Dice, saliendo de su asombro. No puedo creer que justo esta mañana recordara nuestro extraño romance y ahora lo tenga frente a mí.
- Ocho años. Tu tampoco estas mal – Sonrío al recordar cómo éramos en secundaria.
Torpes e inexpertos.
La pubertad hizo maravillas con Peter. Es bastante atractivo.
- No sabía que trabajabas en este restaurante. –
- Trabajo aquí desde hace seis años – Me duelen las mejillas de sonreír tanto. Me alegra volver a ver un rostro amigo después de la tragedia que me envolvió mi vida justamente hace seis años.
- ¿Por qué nunca te hab&iacut