Zaheera me intercepta en cuantos entro en el restaurante, queriendo saber los detalles de lo que ella supone, pasó en la habitación de Valentino.
- Zaheera, déjame trabajar – La aparto de mi camino con mi brazo. Ignorando su puchero y el gruñido que sale de su boca.
- Stephen no se enterará de que llegaste tarde. Y yo sé el por qué – Su voz chillona y acusatoria se escucha sobre las conversaciones de algunos de los clientes que almuerzan en el restaurante.
- ¿Y qué crees saber? – Me vuelvo para mirarla con la ceja levantada. Esperando su respuesta.
- A mí no me engañas con que solo dormiste como una princesa en su cama – La goma de mascar hace su triunfal aparición sobre los labios rosados de Zaheera en una enorme bomba, mientras su ceja imita a la mía.
- No te voy a contar lo que paso – Sonriendo, satisf