IDEANDO UN PLAN
—Tenga mucho cuidado, señor Williams; ese hombre es muy peligroso si se meten con él. Tiene vigilado minuciosamente a toda su familia.
—Revisaré la información en mi hotel —tomé el folio con los informes y me puse de pie. Extraje de mi bolsillo el cheque con el doble de lo que habíamos acordado y se lo tendí—. Lo prometido.
Lo tomó y revisó su contendido. Asintió con la cabeza y extendió su mano que tomé de inmediato.
—Si necesita algo más, no dude en contactarme.
—Por supuesto —respondí, soltando su agarre y saliendo del lugar.
Contuve mis ganas de gritar al pisar la fría calle. Subí al coche que renté, respiré hondo y golpeé con violencia el volante.
«¡Ahhh!»
Grité en ese momento, sintiendo un eno