- ¿Cómo te levantas de eso?
- ¡Mírate, no puedes dejar de estar de pie! ¿Qué vas a hacer?
- El sacerdote está viendo esto por mí, no quiere llamar la atención sobre todo funcionando correctamente en secreto. No puedo exponerme, y si todo sale bien, Alberto irá a la cárcel y yo me divorcio.
- ¿Pero y ahora?
- ¡No se lo diré a nadie!
- Pronto empezará a aparecer, ¿cómo se esconderá?
- Lo he estado pensando desde que descubrí mi embarazo, Alice. Ya no puedo dormir.
- Creo que ya sé cómo podemos hacerlo.
- ¿Grave? ¿Como?
- Hablaré con el padre Lúcio, pero creo que no habrá ningún err