Vemos como se aleja Ignacio y comienzo a maquinar que es lo que querrá hablar conmigo, mi cabeza no para de enviarme señales de alerta, a cuál de todas más negativas.
- Maru, ¿qué hago? ¿qué querrá decirme?
- Tranquila amiga. Vos lo oíste, está super arrepentido y capaz que quiere que lo perdones y volver a comenzar.
- O capaz quiere invitarte a almorzar.
- O conocerte mejor. Salir juntos. Tiene muchas opciones, yo percibí un fuego que no vi con nadie más.
- Ay Maru, vives en una telenovela. Estoy muriendo de los nervios y en vez de calmarme me agitas más.
- Anda a hablar de frente con él, no te guardes nada.
- Tienes razón, no voy a dejar que crea que soy sólo una cara bonita, voy a hacerle frente. ¡quien se piensa que es!
- Voy a ir y voy a escucharlo y si me falta el respeto lo voy a poner en su lugar.
- Juli, no era eso lo que yo decía. Pero bueno, con tu carácter no puedo… eres una apasionada para todo. Buena suerte, amiga.
- Gracias, la voy a necesitar.
Agarro las carpetas con todos los casos que están en curso y de los cuales soy la abogada asesora y me encamino al ascensor, la oficina de Ignacio queda en el último piso del edificio, el piso 22, y yo trabajo en el piso 15.
Cuando se cierran las puertas del ascensor, mi panza empieza a temblar porque no se con que me encontraré cuando llegue.
Voy a la guerra sin saber a lo que me enfrento, pero voy a pelear con uñas y dientes.
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Julietta está pronta para hacer frente al rezongo que puede provenir de Ignacio, pero no se imagina que lo que quiere hablar él va por otro lado que nada tiene que ver…
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Golpeo la puerta del despacho y espero a que me dejen pasar, me sudan las manos y comienzo a temblar… se oye una voz autoritaria del otro lado que dice:
- Adelante
- Jefe, he venido a hablar como usted me pidió, disculpe que no haya venido antes, pero tengo mucho trabajo. Como verá estos son los casos que tengo en curso, si quiere los puede chequear.
- ¿Terminó con su diatriba sin sentido? ¿Podría cerrar la puerta? No me gusta que los demás sepan lo que se habla en este despacho.
Ignacio me mira muy serio y se levanta de la silla del gran escritorio y camina hacia mi sin cambiar su expresión. Está hermoso, ahora está sólo con su camisa azul, la cual se le ajusta al cuerpo y sin corbata, por lo que le puedo ver parte de su pecho. Se ha remangado la camisa y le noto el inicio de un tatuaje que por lo poco que veo se nota que es extenso…
- ¿Cómo? No son excusas ni nada por el estilo. Sé que empezamos con el pie izquierdo y le pido perdón por lo de la reunión.
- Julietta, eso ya es pasado, te pedí que vinieras a mi despacho para estar más tranquilos. Como verás, estoy rodeado de casos y no puedo también hacerme cargo de los tuyos, se por los archivos del estudio que desde que ingresaste como socia junior sólo perdiste 2 casos y fue porque el cliente era indefendible.
- Así es, entonces ¿por qué estoy aquí?
- Porque yo lo pedí, porque soy el jefe y además porque quería conocerte mejor.
Ignacio se da la vuelta y camina hacia el gran ventanal que tiene detrás de su escritorio y se pone a mirar hacia afuera, se nota que está estresado, lo miro con intensidad tratando de descifrarlo, con ganas de aliviarle la carga que lleva, miro hacia el escritorio y noto que hay varias carpetas con nombres y una de ellas tiene mi nombre y varias fotos mías y de mi entorno… no puedo creer lo que veo, me mandó a investigar.
- Estás muy loco… no puedo creerlo, me mandaste a seguir, ¿con qué fin?
- Jajajajajajajaja ¿qué pasa? ¿hay algún motivo por el cual no pueda hacerlo? ¿tienes algo que esconder Julietta?
- No tiene derecho a investigarme, sólo eres mi jefe y ya hace varios años que trabajo en la firma, por lo que soy de confianza. No puedo decir lo mismo de usted, hace menos de 3 horas que es el jefe.
- Estas equivocada, soy el dueño de la firma desde el día que nací, mi padre fue el fundador y recién estoy tomando posesión del cargo, pero hace más de 4 años que estoy manejando todos los asuntos en “la oscuridad”.
- ¿Por qué se presenta recién ahora? ¿Qué cambio para que usted ahora se haga cargo?
- La enfermedad de mi padre, él tiene alzhéimer y ya no puede ocupar el puesto de presidente del consorcio y mucho menos del estudio.
- ¿Consorcio?
- Ah perdón, mi familia es dueña del consorcio de empresas de telecomunicación más grande del país, además de ser los accionistas mayoritarios de la aerolínea vip en la cual viajan los grandes empresarios y formar parte del conglomerado de ropa de alta costura Kering.
- No llego a comprender que tengo que ver yo con todo eso.
- Bueno, pues, ya lo entenderás… sólo te puedo decir que, desde que te vi en fotos supe que quería conocerte… hay algo en ti que me atrae y quiero descubrirlo contigo.
- Disculpa, pero creo que vas varios pasos por delante de mí y son muchas cosas para procesar.
- Se que debo pedirte perdón por como te traté hoy, no es mi forma de ser, pero es que no pensé que ibas a estar en la reunión de hoy, me habían dicho que estabas de viaje por lo que cuando te vi en persona, quedé sorprendido y creí que la mejor forma de conocernos era diciéndote esas pavadas, me vuelves loco desde que vi tu foto. No imaginé que en persona ibas a ser más interesante. Perdona que sea tan directo, pero quiero preguntarte algo que no está en el informe y es si estás casada o en pareja, no soy ningún loco psicópata, sólo soy alguien directo que cuando algo le gusta no para hasta conquistarlo.
- Wow! Yo pensando que íbamos a hablar de trabajo y tu me sales con todo esto. Me dejas la mente en blanco, no sé qué pensar.
- Sólo quiero saber si estás libre o tengo que competir con alguien.
- Jajajajajaja en el informe que mandaste a pedir no figura mi estado civil? Yo que vos pido que me devuelvan el dinero porque está incompleta la información que te enviaron... para tu información estoy soltera, el que iba a ser mi marido se cansó de que pusiera mi trabajo en primer lugar y me cambió por su secretaria. Lo que descubrí un día que fui de sorpresa a su oficina para festejar que había ganado el juicio más importante de mi carrera y bueno el me esperaba en una situación comprometedora con su secretaria.
- No puedo creer que una mujer tan hermosa esté soltera, es el destino que nos quería encontrar.
- Ignacio, eres mi jefe. No se que estás pensando, pero no puede haber nada entre nosotros. No quiero perder mi trabajo ni me carrera por una aventura, me ha costado demasiado llegar a donde estoy ahora como para perderlo todo por un lío de oficina.
- No vas a perder tu trabajo y esto que siento por ti no es una aventura…
Ignacio se levanta de su silla y va hacia donde está Julietta, la cual está en un trance porque nunca espero todo lo que él tenia para decirle, él se agacha para estar lo más cerca posible y le dice…
-Vi como me mirabas hoy, no estabas hablando con María de un caso sino de mi.
- ¿Perdón? ¿Y según tú como sabes que hablábamos de ti?
- Note la intensidad de tu mirada.
- Por dios, Ignacio esto es una locura.
Ignacio mientras pone su mano derecha en la mejilla de Julietta y se la acaricia, mientras con la otra le agarra su mano y la pone en su corazón para que sienta que habla en serio.
- No es una locura, es el destino y depende de nosotros que es lo que querramos hacer.
- No sé que decir, cuando entré a tu despacho lo menos que esperé es una declaración de este tipo, estaba pronta para el combate.
Ignacio mientras ha continuado con sus caricias, pasó de la mejilla a acomodarle el pelo detrás de la oreja y ahora está acariciando el cuello, mientras se acerca un poco más… notando que el punto de Julietta aumenta y su deseo se intensifica.
- Di que al menos lo vas a pensar. Que no es una locura. Siento que a vos te pasa lo mismo, si quiero lo puedo comprobar en este preciso momento…
- ¿Cómo lo puedes comprobar?
La mira con una sonrisa torcida que a Julietta hace que se le caiga la resistencia, aunque piensa que así como dos bailan al tango, dos pueden jugar este juego. Mientras Ignacio con la mano que sujetaba el cuello alza a Julietta y la sienta sobre su escritorio y así está más cerca. La mira fijo y la besa como si no hubiese mañana siendo totalmente correspondido.
Julietta lo atrae con sus piernas, enrollandolas en su cintura para que no haya ninguna separación y se da cuenta que Ignacio está totalmente excitado haciendo que gima en ese momento y quiera llevar la cosa a más pero justo su cabeza interviene y pone un freno…
- Ignacio, no.
- Qué pasa Juli
- Acá no… Disculpa lo mejor va a ser que me vaya
- Juli
- En serio Ignacio, sos mi jefe… no puede pasar nada entre nosotros.
- Ya pasó Julietta, esto no tiene retorno…
Julietta trata de huir de todo lo que le hace sentir Ignacio, no imaginó ni en sus sueños más húmedos que el amor iba a estar esperándola en su trabajo. Se arregla la ropa y camina hacia la entrada del despacho, aunque Ignacio tiene otras ideas…