Liana se retiró, Ignacio tomó un poco de agua y se dirigió al área de descanso, donde esperaba Violet ansiosa, quería terminar la sesión, esperaba poder salir a tiempo para recoger a Mariska en el aeropuerto.
Salomé se había calmado, estaba jugando, en cuanto lo vio extendió sus brazos.
Violet le ayudó a caminar hasta la puerta en donde el hombre esperaba de cuclillas, con una amplia sonrisa, sintiendo había tomado la decisión correcta.
Ignacio la sujetó, la levantó y empezó a hacerle mimos, era un hombre diferente cuando estaba con ella.
—Hola, Ignacio… Ignacio quisiera saber antes de irme a la sesión de fotos y dejar a mi hija, si el asunto con su esposa, está solucionado.
—Ahora soy un hombre soltero, mi tiempo pertenece a la mujercita aquí presente y mi empresa, puede irse usted con seguridad y tranquilidad de que ella estará bien.
—¿Está usted seguro? No me gusta el modo en que su esposa trata a mi hija y créame, soy muy decente, pero …
—No, no debe preocuparse, ella no volverá a