Cincuenta y uno.
Michael se rió de su propio pensamiento y continuó en su trabajo.
Violet había llegado a casa y emocionada, se sentó a ver jugar a su pequeña, mientras le ponía todo su empeño a la campaña.
Diseñaba estrategias para agotar stock, y aunque eran limitadas, ella estaba segura de que sus fans correrían la voz.
—Después de todo tu padre y yo podemos hacer un buen equipo.
—Papá, papá.
—Si amor, papá es el jefe.
Recibió una llamada de Lana, quien después de saludar e informar sobre su regreso, se dispuso a seguirle la corriente a Salomé.
Violet le contaba los avances como la amiga que consideraba era.
Desde su oficina, Ignacio había llamado para conocer el estado de su padre, informando irían a verlo el fin de semana.
Fermina había regresado a sus labores, hablaba con el personal del lugar, cuando el director la mandó a llamar.
—Director Benjamín, me dicen que me necesita…
—Hola Duarte, sigue por favor, siéntate.
La mujer cerró y se sentó, el hombre empezó por felicitarla por su causa, se su