93. Secuestrada
Todo su cuerpo se movió hacia delante por la inercia y casi estampa la cabeza en el asiento del copiloto delante de ella.
— ¿Qué sucedió? – le preguntó al guardaespaldas y chofer suplente.
— Parece, que he chocado con una persona… se atravesó de repente, fue muy repentino. Iré a revisar, quédese en el auto – el hombre le dijo, con el ceño fruncido y quitándose el cinturón de seguridad.
— ¡Espera!, ten cuidado, esta zona no es muy transitada, no entiendo cómo alguien pudo salir de la nada – Emma tenía muy mal presentimiento y miraba hacia afuera de la ventanilla.
Estaban aún en la ciudad, pero no en la zona céntrica.
En realidad había personas pasando a lo lejos, pero no muchas a su alrededor.
Los pocos transeúntes miraban un poco asustados y curiosos, a la persona que debería estar tirada en el suelo frente al auto en estos momentos.
El guardaespaldas se bajó y Emma puso los seguros de las puertas blindadas.
El corazón le latía apresurado y se levantó un poco sobre el asiento para m