50. Buscando una oportunidad
— Steve, de verdad lo siento. No sé qué decir para consolarte en esta situación tan compleja— Amaia lo enfrentó con la expresión complicada
— Sé que de la primera persona que va a sospechar es de mi padre, pero lo acabo de llamar y él me juró que no tenía nada que ver con esas noticias…
— Srta. Regio, sea cual sea el culpable, ya saldrá a flote. Ahora mismo estoy más preocupado por la salud de mi padre.
— Le agradezco que haya venido, pero creo que debería regresar – Steve le habló con dureza.
No se creía para nada que su padre, con lo cabreado que estaba, no tomara acciones para darle una lección y demostrarle que necesitaba del dinero de su familia.
— Pero yo, quizás pueda…
— Esto es un asunto familiar y no creo que le corresponda estar aquí— Steve la interrumpió y la joven bajó la cabeza avergonzada
— De verdad, no quiero tratarla mal, pero entienda, que en estos momentos tengo muchos asuntos en mi cabeza.
— Además, recuerde que quedó pendiente entre nosotros la conversación sobre