81. Me duele la pancita

Por otro lado, aquellos jóvenes seguían de camino a Sachsen. Las horas habían pasado y la media noche estaba próxima —recuérdenme no confiar en Johann nunca más— se quejó Mónica sin despegar la mirada de la ventana. El sueño se estaba apoderando de la mayoría de los presentes, solamente Johann que estaba al volante mantenía sus sentidos despiertos.

—Con ese ánimo que me dan, estoy considerando dejarlos en medio de la nada, y tú serás la primera— rodó los ojos el conductor que, por dentro, se sentía frustrado por la indiferencia con que su amiga lo estaba tratando. —Ya me disculpé cerca de veinte veces, una vez cada que me lo recuerdan, lo mejor y más prudente es que nos detengamos a descansar o terminaré más exhausto a causa de sus quejas.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App