NO dormiría en su cama ¡NO SEÑOR!
Esa noche lo enfrentaría.
Cerró con cuidado la puerta de la niña, no la Quería despertar.
Esa noche…estarían cara a cara.
Terminó de cerrar la puerta.
Esa noche aun NO terminaba.
Una gran sonrisa llena de satisfacción adorno su rostro.
—oye Benedict, cariño…—
Esa noche lo iba a convencer, al estilo de una mujer.
—Benedict, cariño…—
El mencionado paró de quitarse los zapatos, la miró atentamente y alzó una ceja.
—“¿cómo me dijo?” ¿Qué pasa? —
—pues verás— caminó hacia él de una manera muy sexy y con las manos en los bolsillos— necesito decirte algo—
—dilo—
—si, pero antes—dijo divertida, se inclinó hacia el y le susurró en la oreja de forma muy sensual— necesito ponerme có—mo—da—
Con una sonrisa pícara se fue al baño.
Benedict la siguió con la mirada y con un tic en el ojo ¿cómoda? Eso solo lo decían las mujeres para una sola cosa: ponerse el pequeño baby doll que habían comprado para la noche de bodas o bien en cualquier día para ponerse un pijama muy