Mundo ficciónIniciar sesiónMichaela no durmió bien. Cada vez que cerraba los ojos veía a la madre de Nick, una mujer que nunca conoció, desvaneciéndose lentamente bajo el peso del control de Ricardo. Y en sus pesadillas, tenía el rostro de Michaela.
A las seis de la mañana se rindió. Se duchó, se vistió, y bajó al gimnasio del hotel porque necesitaba golpear algo. La bolsa de boxeo funcionó bien por veinte minutos hasta que sus nudillos empezaron a protestar.
—Impresionante gancho de izquierda. Aunque tu forma podría mejorar.
Michaela se volvió y encontró a Sofía en el marco de la puerta, vestida con ropa deportiva de diseñador que probablemente costaba más que el equipaje completo de Michaela, viéndose disgustantemente perfecta para las seis de la mañana.
—No estoy de humor, Sofía.
—Claramente. —Sofía entr







