Rita. . .
Abro los ojos con pesadez, me siento adormilada y confundida, con mucho dolor de cabeza. Mis ojos se topan con la mirada preocupada de Hugh.
-¿Hugh?- pregunto en un susurro.
-¡Mi amor!- exclama él, con las lágrimas brotando de sus ojos. -¡gracias a Dios despertaste, estaba volviéndome loco!- su voz tiembla llena de angustia, se inclina y deposita un tierno beso en su frente.
-¡Pensé que jamás volvería a verte!- sollozo y él me abraza con cuidado.
-Yo también lo pensé, han sido las semanas más largas de mi vida Rita, estaba comenzando a perder la razón. ¡Mira nada más como te dejó el desgraciado!- me dice contrayendo los labios y sé que está muy enojado.
-Lo importante es que ahora estoy bien- le digo tocando su cara- Connie se comportó maravillosamente, le debo la vida a esa rubia. Si no hubiese sido por ella. . . .Nunca habría salido de allí.
-Entonces le debemos tu vida. . . porque nunca tendré cómo pagarle lo que ha