Marie Moreau
¡Dios! ¿Cómo era posible sentir más? El profundo beso, el cuerpo duro de Mateo sobre el suyo, las exigentes manos tocando apretando y poseyendo todo a su paso, lo sentía por todos lados y la ropa comenzaba a estorbar, estaba tan caliente que una capa de sudor delgada comenzó a cubrir su cuerpo
La lamidas no se limitaron a su boca, pronto el estuvo succionando a piel de su cuello, bajo la tira de la camiseta, y el brasier liberando sus senos redondo y firmes era la primera vez que alguien más los veía, pero no sentía vergüenza deseaba el contacto piel a piel, cuando la lengua traviesa de él comenzó a comérselos literalmente sentía que en cualquier momento sentiría, lo que una de sus amigas describió como u orgasmo…una pequeña muerte
¡Pero paró! Allí, los labios golosos tomaran el lugar de las manos, y los dedos, con vida propia, se ocuparan en otros asuntos como intentar quitar toda la ropa que estorbaba, tomando su tiempo lentamente el desabrocho el pantalón de ella,