- Franchesca, ¿qué fue lo que pasó allí a bajo? ¿Qué te ah
pasado, porque te has puesto así?-Pregunta Ignacio ¿preocupado?
Lo dudo ¿porque se preocuparía por
mi? El solo piensa en sus conveniencias.
- Ignacio... déjalo asi ¿si?, hazme un
favor, o mejor, haznos un favor a los
dos, vete, así tu podrás ir a dónde te dé la real gana y yo
me quedaré aquí sin tu presencia, ganamos los dos.
- No, Franchesca contesta
- ¡¿Porqué debería contártelo?! ¡Déjame, joder, vete no te
quiero cerca, Ignacio! solo has empeorado mi vida desde que llegaste
- ¡ME LO DEBERÍAS DE CONTAR
PORQUE ME IMPORTAS, JODER!.- Dijo el a pulmón abierto, dando
un golpe en el escritorio.
No supe contestar, y al parecer el lo
notó, se dio la vuelta y se fue. Pasaron
unos minutos y mamá entró por la
puerta.
- Hija, ¿Cómo te encuentras?
- Bien... ¿Mama?
- ¿Si?
- ¿Quién lo ah podido enviar? Es decir,
el no puede estar aquí...
- Tranquila, el no está aquí, y que no se le ocurra
acercarse a mi niña, otra vez...Y ahora duerme, ma