CAPÍTULO 74: “¿QUÉ RAYOS ESTÁ OCULTANDO?”.
CADENCE
Mi estómago ruge mientras bajo las escaleras. Entro al comedor y por pura suerte me encuentro de frente a la cocinera, la dulce Sra. Philps.
Ella es la encargada de darnos las mejores y más deliciosas comidas cada día. Es realmente buena en lo que hace.
— ¡Buenos días!—la saludo y ella me sonríe dulcemente.
—Señorita, buenos días… ¿Qué le gustaría desayunar?—pregunta servicial.
Pienso por un segundo y sonrío.
—¿Podría darme avena cocida?—pregunto y ella asiente y comienza a caminar hacia la cocina. De pronto se detiene y la veo girar sobre sus talones.
—¿Le gusta con cuántas cucharadas de azúcar?—pregunta y yo recuerdo que es necesario que sea más específica.
—Oh, no, no… De hecho, la quiero así como que… Sin sal, sin azúcar y bastante espesa, como una crema.— pido y ella me guiña el ojo, para luego entrar a la cocina.
Tomo asiento en mi lugar habitual y me quedo como congelada pensando en el sueño que aun siento y cómo no quería abandonar las sábanas.
¿Estaré haciendo demasia