Faltaban dos días para el fin de semana, Antonio seguía atento a los arreglos del departamento, quería mudarse lo antes posible. Fue con Benjamín a las grandes tiendas a comprar su cama y ropas, para no desarmar la habitación que tenía en la mansión pensando en que algunas veces Estela se lo llevara para quedarse con Kate.

Eulogio iba coordinando todas las entregas que llegaban al departamento, la cocina ya estaba instalada y los grandes muebles del living también, Antonio compró un sofá muy cómodo y blando para ver películas en familia, junto al sillón masajeador. También el dormitorio de Kate estaba con su cama extra grande y llena de mantas que Antonio le compró, junto con batas y toallas grandes y suaves.

Estela se encargó de comprar los artículos de cocina, entre ollas, platos y copas dejo todo muy bien equipado, ordenó la despensa con los alimentos que Eulogio había comprado y al centro de la mesa una frutera con ricos frutos que parecían recién sacados. Además, decoró la sala c