Ricardo en vista de que Omhar, Monke y Ultha estaban bien, solo le faltaba revisar a Antonio, partió a la ruca de Kate a examinarlo.
Antes de golpear sintió unos gemidos y por lo que presintió no se atrevió a interrumpir, con una sonrisa volvió a su ruca con Amanda y Benjamín que lo estaban cuidando por esa noche.
El gran susto había pasado, los hombres habían llegado a la tribu y con alegría recibieron cada uno de los cuidados de sus mujeres.
El único que estaba más grave, por supuesto era Omhar, que pese al baño caliente y lo bien tapado que estaba en la cama, no dejaba de tiritar. Sofía no sabía que hacer, ya le había colocado más leña a la chimenea para mantener la temperatura, pero Omhar no había bebido nada caliente, ni tampoco comido.
Finalmente decidió hacer lo que Ricardo sugirió y calentó el té en la chimenea y se acostó junto a él, trato de enderezarlo con dificultad, pero solo logró colocarlo un poco de lado, le metió los dedos a la boca para tratar de abrirla, pero él est