51. Cuidado con lo que dices
—Claro, de inmediato —el cuerpo de Julieta se tensa al oír al escolta pero no hay tiempo para dar marcha atrás y mucho menos ahora.
—Bien, sígame —el escolta asiente a su respuesta.
El rostro de Clara también ha cambiado, y le asiente a sus guardaespaldas de que reconoce al escolta. Julieta estuvo con ella hace un año atrás cuando su vida cambió por completo; no dejará sola a su amiga.
El pasillo del capitolio se desvanece, y quiere saber dónde está Román. ¿Sabrá lo de Bianca? Pero se había repetido a sí misma, no puede dar marcha atrás.
Tiene un expediente abierto pero las pruebas que está usando Bianca se caen ahora que ha encontrado a Lizzie, y se demuestre que es su hija biológicamente, así que, mientras Bianca tenga una mejor prueba que esa, no tiene porqué ir con el rostro agachado. Irá a una corte pero no pasará una noche en prisión y debe aprovechar esa ventaja.
El carro las lleva a las dos al centro penitenciario que toma a Julieta por sorpresa. ¿Qué hace Bianca en este lug