53. Un posible escape
CNo es eso lo que le cubre su atención, sino lo que sigue después.
Lizzie aprovecha la distracción de Rebecca para saltar del mueble y correr hacia Julieta.
—¡Mami! —Lizzie toma sus piernas mientras Julieta observa a Lauren. Pero una vez siente a Lizzie debajo suyo, abrazándola, su corazón se quiebra en dos—, mamá…
Julieta jadea arrodillándose rapidamente, tomando entre sus brazos a éste ángel precioso que la abraza por el cuello. Es por esto que sigue aquí, es por ella que sigue aquí y nadie más. Su sola presencia y sostener el pequeño cuerpo y frágil de su niña lo es todo.
—Pequeña —Julieta sigue abrazándola, completamente embelesada—, aquí estoy. Todo está bien, aquí estoy.
—¡Lizzie! —reprocha Lauren una vez que observa a la niña sin despegarse un sólo momento de Julieta—, ven aquí, ven conmigo.
—Yo quiero estar con mi mami —responde Lizzie sin soltar a Julieta. Y tampoco Julieta la suelta.
Se pone de pie y con su hija ahora entre sus brazos, la fiereza encontrada en sus ojos in