Elian se sienta y disfruta de la cena sin importarle las miradas de los otros.

En especial de su madre, que lo mira con esa mirada asesina.

La comida a Esteban y Soledad no les cayó muy bien, no se sentían tan a gusto en la mesa junto a Elian.

Cuando finalizan la cena pasan al living y Soledad aprovecha para subir a ver a Aitiana.

Irma le hace señas a Elian para que suba, pero como él tiene prohibido ingresar en esa habitación, no sube entonces Irma va detrás de Soledad.

Esteban los mira y no dice nada.

Para Soledad fue imposible poder hablar con Aitiana, está muy molesta, cuando sube al auto al salir de la Mansión, ella grita molesta para descargar su enojo.

— ¡Aaaahiiiiiiii! Esteban, te juro que me tuve que contener, por Aitiana, que me tuve que contener, sino la hubiera dejado calva, me desespera esa mujer, no tuve un segundo para poder hablar con ella, todo el tiempo metiéndose en el medio en todas las conversaciones.

Me irrita, me desespera su desfachatez, hoy la escuchaste