Irma no deja sola a Aitiana.
Irma duda por un segundo, pero responde rápidamente — No, aquí no vino, habrá querido venir y luego tuvo algún compromiso y seguro no ha podido llegar.
— Madrina, necesito urgente hablar con él, me puedes ayudar por favor, quiero decirle algo muy importante para mi, necesito que lo escuche, lo dice mientras sus lágrimas corren por su mejilla.
— Te das cuenta porque no debe recibir visitas, mira como se puso, Ignacio, Ignacio.
— Irma yo estoy bien, Aitiana trata de calmarla, pero no la escuche.
Soledad no lo puede creer se quedó paralizada.
Entran rápidamente Ignacio y Esteban porque se asustaron al oír los gritos, pensaron que le sucedía algo a Aitiana.
— ¿Qué sucede, Irma? ¿Por qué gritas de esta manera?
Esteban quedó también sorprendido ante la situación, pero actuó rápidamente.
— ¿Qué sucede Aitiana? Calmante y le toma su cara y mirándola a los ojos, ¿ya está, estás mejor?
Soledad toma un vaso de agua y se lo entrega.
— Nada padrino, estoy bien, es que necesito hablar con Renato y