Aitiana sale feliz de la consulta médica, por suerte todo está bien y puede hacer vida normal, como cualquier futura mamá, con los cuidados necesarios de su estado.
Soledad le marca a Renato, pero el muy necio lo tiene apagado, lo intentan llamar y él duerme sin saber la desesperación que tiene Aitiana por hablar con él.
- Madrina no responde, ya los ojos de ella están aguados y comienzan a salir sus lágrimas.
- Mi amor, tu debes estar tranquila, calmada sino le hace mal al bebé, toda esta angustia, si no lo ves en estos días, yo te prometo que el sábado con tu padrino, organizamos un momento en la fiesta, para que Renato y tu puedan hablar tranquilos.
- Aitiana cariño te puedo preguntar algo, sin que te pongas nerviosa, piensa que nosotros siempre te apoyaremos y confiamos en ti, pero quiero saber que sucedió esa noche para poder ayudarte, pregunta Esteban, aprovechando el momento en que Irma no está.
- Si, padrino te voy a contar, ella toma muy fuerte las manos de Soledad y comienza